La Montaña Arcoíris de Perú es una maravilla. (Foto: Envato)

La montaña de los Siete Colores, una atracción con engaño en Perú

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Perú, el país más rico del mundo. Este fue el eslogan que utilizó el país para la última campaña de promoción. El eslogan no tenía nada que ver con el oro ni, por supuesto, con El Dorado, sino con la riqueza cultural y turística del país.

Uno de los mayores atractivos para estos viajeros es la conocida como Montaña de Siete Colores o Montaña Arcoíris. Uno de los grandes reclamos del altiplano desde que se popularizara en 2010, atrayendo hasta la pandemia a miles de personas que querían observar un arcoiris de colores vivos en sus laderas.

Los turistas se acercan a esta zona por la gran variedad de fotografías que aparecen en las redes sociales, en la que se pueden ver colores vivos y muy marcados. Sin embargo, muchos de ellos no saben que todo es un "engaño". 

"Me duele ser yo la que rompa la magia, pero los colores que salen en muchas fotos no son reales", alertan desde un blog. "Se rumorea que las fotos que circulan por internet de esta montaña están retocadas", explican. 

Hasta The New York Times señala al photoshop como artífice de estos impresionantes colores. Resumido en una frase por otro bloguero: "Hay que ser realista y no fiarse de lo que uno ve en Instagram o en los folletos promocionales". 

Los siete colores que se pueden diferenciar cayendo de las laderas de la montaña en franjas se deben a la composición mineralógica que tiene la zona. En realidad son colores terrizos y no tan vivos como venden las imágenes, en las que las tonalidades han sido saturadas con programa de photoshop.

Según la investigación de la Oficina Paisaje Cultural de la Descentralización de la Ciudad del Cuzco el color rosado es por la arcilla roja; el blanquecino, por la arenisca cuarzosa y margas, ricos en carbonato de calcio; los rojizos por compuesto por las arcilitas (hierro) y arcillas pertenecientes al terciario superior; el verde se debe al compuesto de filitas y arcillas ricas en ferro magnesiano; el pardo terroso es producto de fanglomerado compuesto por roca con magnesio perteneciente a la era cuaternaria; y el color amarillo mostaza por las areniscas calcáreas ricas en minerales sulfurados. 

Según cuentan los nativos de la zona, los colores de la montaña eran desconocidos para ellos hasta hace unos años. Antiguamente los colores se encontraban escondidos bajo una capa de nieve todo el año, pero el calentamiento global hizo que sean visibles en muchas épocas. 

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